Cuando pensamos en crear una marca, además de la idea que la sustenta, de la actividad a la que se va a dedicar, o su propia personalidad, tenemos que dar el paso imprescindible de darle un nombre. Es muy necesario cuidar este proceso (más de lo que a veces suponemos), para así conseguir un nombre de marca adecuado. A las técnicas y procesos con los que llevamos a cabo esta tarea, se le denomina "Naming".
En definitiva, el proceso del "Naming" se podría resumir en que es la creación del nombre de una marca. Algo que no tiene nombre o no puede ser nombrado, es como si no existiera; pero en este caso hay que ir mucho más allá: porque el naming debe ir acompañado de una identidad de marca, una personalidad que nosotros también hemos de construir.
El nombre de nuestra marca será, al fin y al cabo, el pilar que sustente toda nuestra actividad, nuestras comunicaciones corporativas, publicitarias, etc. Se trata de un valor fundamental de la marca, pues acabará convirtiéndose en el "mensaje" más repetido de todos. Leído, pronunciado, impreso en packaging y publicidad, implantado en nuestras creatividades... estará necesariamente en todas partes.
Una de los aspectos más complicados que podemos encontrarnos en Marketing es clasificar a los distintos tipos de consumidores que nos podemos encontrar en el mercado. La sociedad actual nos ofrece una amplia variedad de consumidores, cada uno con sus ventajas e inconvenientes y con sus propias características que decide el acto de la compra o el consumo condicionado por diferentes factores, sobre los cuales el marketing podrá influir en determinados casos, pero en los que, en otros, no podrá hacer uso de sus técnicas o herramientas para influenciar la compra del producto de una determinada marca.
Indagando por diferentes lugares, nos hemos encontrado con esta amplia y detallada clasificación de consumidores atendiendo a diferentes criterios. ¿En cuál de ellos consideráis que encajáis mejor?
Consumidores por tipo de compra
- Planeado: Para este tipo de consumidor la compra es reflexiva. Antes de realizar el acto de la compra ya sabe el qué va a comprar, de qué marca y en qué canal lo va a hacer. Conoce perfectamente todas las ofertas del mercado y no acepta productos sustitutivos. Se ve afectado en poca medida por las acciones de marketing de las marcas.
- Sugestionado: se informa a través de la publicidad ofrecida de las marcas, siendo por tanto influenciada por la misma. Se encarga de estudiar detalladamente las características del producto y estudia las diferentes ofertas que le ofrece el mercado. Es un tipo de consumidor que se ve influenciado por las acciones de marketing y que decide la compra en función de las mismas.
- Impulsivo: Compra por impulso, sin pensar en aquello que está comprando, ni en si lo necesita o no. Simplemente le gusta, le apetece comprarlo y lo hace.
En los tiempos que corren, con el auge imparable de internet y las nuevas tecnologías, la competencia se ha ido convirtiendo cada vez más en un aspecto clave a estudiar por todas las empresas que quieran hacerse con un hueco en el mercado y conseguir determinados beneficios a través de su actividad en el mismo. Con el paso del tiempo se pueden observar mayor número de empresas y marcas con las que competir, no sólo a nivel internacional o nacional, sino también a nivel local, donde, si cabe, la competencia es incluso más feroz. Esto, unido a la enorme cantidad de información que se puede encontrar a través de la red hace posible, y necesario, que toda empresa deba dirigir su mirada a todos esos competidores y trate de analizar toda la información posible que les permita detectar sus puntos débiles, analizar su forma de atacar el mercado e incluso imitar aquello que tan bien hacen los competidores y que le está reportando éxito y beneficios.