Cuando pensamos en crear una marca, además de la idea que la sustenta, de la actividad a la que se va a dedicar, o su propia personalidad, tenemos que dar el paso imprescindible de darle un nombre. Es muy necesario cuidar este proceso (más de lo que a veces suponemos), para así conseguir un nombre de marca adecuado. A las técnicas y procesos con los que llevamos a cabo esta tarea, se le denomina "Naming".
En definitiva, el proceso del "Naming" se podría resumir en que es la creación del nombre de una marca. Algo que no tiene nombre o no puede ser nombrado, es como si no existiera; pero en este caso hay que ir mucho más allá: porque el naming debe ir acompañado de una identidad de marca, una personalidad que nosotros también hemos de construir.
El nombre de nuestra marca será, al fin y al cabo, el pilar que sustente toda nuestra actividad, nuestras comunicaciones corporativas, publicitarias, etc. Se trata de un valor fundamental de la marca, pues acabará convirtiéndose en el "mensaje" más repetido de todos. Leído, pronunciado, impreso en packaging y publicidad, implantado en nuestras creatividades... estará necesariamente en todas partes.
Y si te dijera que dependiendo de dónde esté colocado un producto en el lineal, por ejemplo en un supermercado, tendrá más ventas o menos?, nos creerías?
Si crees que no da igual dónde esté un prodcuto en el lineal estás en lo cierto. Enhorabuena!, aunque la pregunta no era muy difícil. Pero, y si te preguntara qué le ocurren a las ventas de un producto dependiendo de la zona donde esté del lineal?. Complicado verdad?
Antes de responderte, comentar que los lineales de los supermercados tienen varias zonas; la zona suelo o inferior, encima el nivel medio o de las manos, encima el nivel de los ojos y, por último, el nivel de la cabeza o techo.