¿Sabes lo qué es el Marketing Olfativo?
Imagínate hacer un branding que evoque emoción y que sea capaz de conquistar al consumidor. En eso consiste esta ciencia, en utilizar aromas con el fin de provocar ese sentimiento capaz de influir en el comportamiento y estado de ánimo de los compradores. ¿Has olido ya ese aroma capaz de activar tus cinco sentidos?
Las marcas pretenden conquistarnos ahora a través del olfato, hacernos olvidar dónde estamos, y conectar con nosotros a tal punto de llegar a nuestro “corazoncito”. Pero, ¿Puede un aroma conquistarnos para siempre jamás?
La respuesta es SI. En el momento en que las marcas dejan de ser un poquito egoístas y piensan desde la mente de sus potenciales clientes. No hay espacio para las barreras, ni beneficios individuales, hay que compartir emociones y crear esa conexión especial entre marca y consumidor
El olfato es el sentido más antiguo de los vertebrados: antes de poder ver lo que se movía a su alrededor, los primeros vertebrados ya eran capaces de reconocer su entorno gracias al olor. Probablemente sea el más antiguo y a la vez el menos comprendido de nuestros seis sentidos. A través de la evolución se ha mantenido conectado con las partes del cerebro que se convirtieron en el archivo de la clasificación de nuestras respuestas emocionales, ligando íntimamente los olores de las cosas con nuestras emociones. Dicho esto, nos preguntamos: ¿Puede una marca seducir a sus potenciales clientes mediante el olfato? Los olores pueden inducirnos a comprar y el olfato es el mayor sentido que tenemos para estimular nuestros recuerdos.
Una de los aspectos más complicados que podemos encontrarnos en Marketing es clasificar a los distintos tipos de consumidores que nos podemos encontrar en el mercado. La sociedad actual nos ofrece una amplia variedad de consumidores, cada uno con sus ventajas e inconvenientes y con sus propias características que decide el acto de la compra o el consumo condicionado por diferentes factores, sobre los cuales el marketing podrá influir en determinados casos, pero en los que, en otros, no podrá hacer uso de sus técnicas o herramientas para influenciar la compra del producto de una determinada marca.
Indagando por diferentes lugares, nos hemos encontrado con esta amplia y detallada clasificación de consumidores atendiendo a diferentes criterios. ¿En cuál de ellos consideráis que encajáis mejor?
Consumidores por tipo de compra
- Planeado: Para este tipo de consumidor la compra es reflexiva. Antes de realizar el acto de la compra ya sabe el qué va a comprar, de qué marca y en qué canal lo va a hacer. Conoce perfectamente todas las ofertas del mercado y no acepta productos sustitutivos. Se ve afectado en poca medida por las acciones de marketing de las marcas.
- Sugestionado: se informa a través de la publicidad ofrecida de las marcas, siendo por tanto influenciada por la misma. Se encarga de estudiar detalladamente las características del producto y estudia las diferentes ofertas que le ofrece el mercado. Es un tipo de consumidor que se ve influenciado por las acciones de marketing y que decide la compra en función de las mismas.
- Impulsivo: Compra por impulso, sin pensar en aquello que está comprando, ni en si lo necesita o no. Simplemente le gusta, le apetece comprarlo y lo hace.
En los tiempos que corren, con el auge imparable de internet y las nuevas tecnologías, la competencia se ha ido convirtiendo cada vez más en un aspecto clave a estudiar por todas las empresas que quieran hacerse con un hueco en el mercado y conseguir determinados beneficios a través de su actividad en el mismo. Con el paso del tiempo se pueden observar mayor número de empresas y marcas con las que competir, no sólo a nivel internacional o nacional, sino también a nivel local, donde, si cabe, la competencia es incluso más feroz. Esto, unido a la enorme cantidad de información que se puede encontrar a través de la red hace posible, y necesario, que toda empresa deba dirigir su mirada a todos esos competidores y trate de analizar toda la información posible que les permita detectar sus puntos débiles, analizar su forma de atacar el mercado e incluso imitar aquello que tan bien hacen los competidores y que le está reportando éxito y beneficios.