Esta mañana leía en el periódico como un taxista de Madrid utilizaba su blackberry para contactar con sus clientes a través detwitter con lo que conseguía negociar precios para llevar a alguien a otra provincia, fijaba la hora y el punto de recogida e informaba sobre restaurantes o lugares de ocio en Madrid, todo a través de twitter.
Un poco más lejos, al otro lado del charco, en San Francisco, una pequeña Heladería @humphryslocombe con apenas 8 mesas en su interior ya tiene cerca de 300.000 seguidores en Twitter. ¿Cómo?
“Tenemos un producto que cambia diariamente. Nuestros clientes nos solían preguntar, ¿Cómo podemos estar al día de los nuevos sabores de vuestros helados? Twitter fue la respuesta.”