Estos días nos hemos levantado con la noticia de que la conocida marca de videojuegos, PlayStation iba a lanzar una línea de aromas. Se quería recrear los principales ambientes de juego para proporcionar una experiencia de juego total a los jugadores.
Se han creado cuatro esencias inspirándose en olores reales de circuitos de carreras, de estadios de futbol, de junglas y de campos de batalla. Las esencias son:
• Race: gasolina, caucho quemado y asfalto. Olor a velocidad.
• Match: para el fútbol, olor a cuero, cal y césped recién cortado.
• Adventure: combinación de musgo, especias exóticas o rastro de alguna fiera.
• Battle: Sudor y tierra, pólvora y metralla.
Esto nos hace recordar de nuevo aquello del Marketing olfativo, aplicación del Marketing sensorial que se basa en la utilización del aroma como medio de comunicación entre la marca y el consumidor para poder fidelizarlo y crear un vínculo con él, además de mejorar su experiencia de consumo. Según una investigación de la Universidad de Rockefeller (NY, USA), recordamos el 35% de lo que olemos, frente al 5% de lo que se ve, el 2% de lo que se oye, y el 1% de lo que se toca.
El olfato es el sentido que mayor poder de evocación y el que más estimula nuestros recuerdos. Es decir, que los olores pueden inducirnos a comprar. El poder de evocación olfativo es enorme; la memoria puede retener hasta 10 mil aromas distintos, mientras que sólo reconoce 200 colores.
No es nuevo esto del Marketing olfativo, empresas como Bankinter con su fragancia a “naranjo”, Starbucks con sus aromas a café recién molido, …, o esta de Audi que lanzó una colección de latas de aire con denominación de origen inspirada en diferentes parajes del territorio nacional al disfrutar del Audi Cabrio…