En estos días hemos leído noticas que nos han dejado atónitos que son cómo la marca Wolkswagen, líder dentro de su sector, ha trucado sus coches para evitar los límites en cuanto a sus emisiones en sus vehículos diesel. La empresa reconoció que 11 millones de autos en todo el mundo podrían estar equipados con el programa trampa que utilizó para engañar a reguladores y usuarios sobre las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel.
No sólo se enfrenta a multas multimillonarias, como una que se comenta ronde los 18.000 millones sólo en EEUU, o la pérdida de un 35% de su capitalización en bolsa lo que le ha supuesto pérdidas por más de 25.000 millones de euros en dos días, o la dotación a provisiones de 6.5000 millones para cubrir parte del escándalo, o las posibles demandas que la marca sufra,…., el problema más gordo al que esta marca se enfrenta es el de la Pérdida de imagen. La empresa había vendido estos vehículos como eficientes y respetuosos con el medioambiente. Y ha engañado a mucha gente.
Pérdida de imagen y de reputación. Una empresa que estaba orgullosa de su Responsabilidad Social Corporativa, que, como comentan en su web al respecto de su RSC: “el compromiso con la sostenibilidad, el medio ambiente y la sociedad constituyen los valores principales de la responsabilidad social corporativa de Volkswagen-Audi España”. Dentro de su RSC destaca el programa Think Blue, que “tiene como prioridad la protección medioambiental y la conducción sostenible. Unir tecnologías más eficientes y naturaleza. Eso es Think Blue. Y con este lema se recogen las tres premisas básicas de la filosofía de Volkswagen en materia de movilidad sostenible: reducir, compensar y contribuir”. Lo grave de esta situación es que afecte al posicionamiento, a la imagen percibida que tienen los clientes sobre la marca. Debemos tener en cuenta que el mundo del automóvil se basa más que ningún otro en lo que el cliente percibe de las marcas. Pero no sólo la de la marca, sino que se podría extender a la que tenemos del país germano.
Made in Germany
Wolkswagen y Alemania han funcionado durante años como sinónimos “Isn´t it time for German engineering?”. La noticia de que la compañía ha hecho trampas en las pruebas de emisiones en EEUU durante años podría afectar a la opinión mundial sobre la marca “Made in Germany”, esa reputación de calidad alemana, especialmente en su industria manufacturera. Wolkswagen es sinónimo de honestidad, fiablidad y eficiencia, y éstas quedan en entre dicho.
Es decir, ¿se puede extender este virus de pérdida de reputación a Alemania? No lo sabemos; el tiempo dirá si esto ocurre o no, lo que sí podemos saber es que una crisis de reputación y una pérdida de imagen tan clara en una marca tan emblemática tendrá duras consecuencias sobre la marca alemana que sólo el tiempo podrá decirnos…