Apostar por el recuerdo de las personas no es algo nuevo. La memoria y la nostalgia es algo que siempre está presente en nosotros y que ayuda también a generar tendencias. Todo es cuestión de ciclos, y que esos recuerdos se recuperen y se vuelvan moda. Por todo ello es que las marcas quieren generar ese sentimiento y reconectar así con los consumidores.
Un claro ejemplo de este uso, es que las marcas vuelvan a lanzar productos de por ejemplo, la década de los 70’ o los 80’.
Pensemos en algo que la mayoría utilizamos: Instagram. La red social utiliza el formato de fotografías estilo Polaroid. Y así ha ido conectando poco a poco con todos. Lo mismo ha sucedido con la propia marca de fotografías Polaroid, que ha utilizado todo esto para relanzar sus cámaras.
En el caso de varios productos alimenticios como bebidas o similares, llegan a los clientes volviendo a su envase original. O en otros casos, a su receta original. Así, los consumidores sentirán que han vuelto a su infancia y por lo tanto, van a querer probar ese producto para revivir su memoria emotiva.
Según un estudio realizado por Nielsen, las emociones están conectadas con el corazón y por lo tanto, las marcas lo utilizan para generar una relación. Como consecuencia de ello, será un disparador ideal para mayores ventas.
Un anuncio o campaña publicitaria de nostalgia, realizada adecuadamente, va a provocar una respuesta cerebral mayor en los consumidores. Se tendrá así un aumento cercano a un 23% más de ventas que con una publicidad normal.
Siguiendo con ejemplos, Nintendo, relanzó su consola clásica del año 1997. Justo 20 años después. Esto hizo que muchas personas estuvieran dispuestas a pagar un precio más elevado, incluso por la última consola lanzada por la marca. Todo con el fin de sentir que volvían a jugar como cuando eran niños.
Si nos vamos al cine, la película La Bella y la Bestia, también es otro ejemplo. Ellos consiguieron hacer una remake de la película y volver a conectar con quienes eran niños cuando se lanzó la película original. Mismo ejemplo con el Rey León, Dumbo o películas como Toy Story.
La infancia, siempre está relacionada con valores positivos, con la comodidad y seguridad de un niño que haya estado en un hogar feliz y sin preocupaciones. Son estados optimistas y todos queremos volver a ellos.
Han sido los millenialls, la generación más nostálgica hasta el momento, y sorpresivamente, de forma muy temprana. Así es que han nacido bares temáticos de cereales, muebles y ropa vintage.
La memoria emotiva está presente, y las marcas lo saben. Tan sólo se trata de generar un producto o servicio que ayude a que los consumidores vuelvan a reconectar con ello.
Si lo hacen correctamente, las ventas, tarde o temprano, van a aumentar. Todo gracias a la nostalgia y al conectar con ese momento tan importante en nuestras vidas: la infancia.