Que el cliente incremente los usos del producto

Todos hemos escuchado sobre las guías Michelin y lo útiles que son; pero, ¿sabemos cuál fue su origen? ¿Y si os dijera que fue Michelin quien las creó para que los propietarios de los coches franceses hicieran más kilómetros y fueran necesarios más cambios de neumáticos?

Pues sí, es cierto.

Michelin quería que se cambiaran más neumáticos con mayor frecuencia, y para ello ideó una guía que hiciera de clasificación de los restaurantes del sur de Francia, dirigiendo a los parisinos a pasar fines de semana en Provenza y La Riviera. También publicó guías de viaje donde se incluían mapas y lugares de interés, todo para promover el uso del automóvil y que hubiera un mayor volumen de conducción.

Es decir, que las empresas inducen al consumidor a consumir más.

Hace unos años, los que estamos en la treintena recordamos una campaña de Danone publicitando los Petit Suisse, ahora Danoninos. Danone estaba preocupado porque las ventas de sus petit suisse no estaban siendo las esperadas, quería vender más, por lo que creó una campaña publicitaria en televisión que decía: “a mí me daban dos”. Ellos mismos nos indicaban lo que teníamos que consumir y en qué cantidad. Dos en vez de uno!!. Haciendo ver a las madres y a los jóvenes que uno era insuficiente, cuando nutricionalmente sí lo era. El efecto fue el esperado, incrementándose las ventas de “danoninos” significativamente.

Pero, ¿tenemos ejemplos más actuales de cómo las empresas intentan “educarnos” para que compremos más sus productos?

Sí, Gillette. Veamos el video: 

 

 

 

Cada cartucho de Gillette Mach 3 tiene una raya azul que se va decolorando con el uso. Después de unos 12 afeitados, la raya azul desaparece, indicando al usuario la necesidad de cambiar de recambio. Un ejecutivo de Gillette lo explicaba directamente: “ojalá pudiera conseguir que el cliente cambiara la cuchilla cada cuatro días. Cuantas más veces las cambien, más venderemos nosotros”.