La Inteligencia Competitiva, clave para que una empresa triunfe en el mercado

En los tiempos que corren, con el auge imparable de internet y las nuevas tecnologías, la competencia se ha ido convirtiendo cada vez más en un aspecto clave a estudiar por todas las empresas que quieran hacerse con un hueco en el mercado y conseguir determinados beneficios a través de su actividad en el mismo. Con el paso del tiempo se pueden observar mayor número de empresas y marcas con las que competir, no sólo a nivel internacional o nacional, sino también a nivel local, donde, si cabe, la competencia es incluso más feroz. Esto, unido a la enorme cantidad de información que se puede encontrar a través de la red hace posible, y necesario, que toda empresa deba dirigir su mirada a todos esos competidores y trate de analizar toda la información posible que les permita detectar sus puntos débiles, analizar su forma de atacar el mercado e incluso imitar aquello que tan bien hacen los competidores y que le está reportando éxito y beneficios.

A todo esto se le conoce más técnicamente como “Inteligencia Competitiva” y se puede definir como “el proceso por el cual las organizaciones recopilan y utilizan la información sobre los productos, clientes, y los competidores, para su planificación a corto y largo plazo. Aunque nos hayamos centrado en los competidores, la información recopilada sobre los mismos debe unirse a la obtenida del estudio de los clientes de la empresa y de todos sus productos. Mediante la colección sistemática de información abierta, que en gran medida proporciona internet hoy día, y su correcto análisis, se pueden obtener conclusiones muy interesantes acerca de la estructura, de la cultura, del comportamiento, de las capacidades, y de las debilidades de una empresa de la competencia. Estudiar al detalle a la competencia es fundamental para entender mejor como funciona la misma y el mercado en general.

 

 

Si tuviéramos que enumerar 10 razones por las que cualquier empresa debería aplicar la Inteligencia Competitiva en su día a día, estas serían las siguientes:

 

1- Anticipación ante los cambios del entorno.

2- Control del entorno competitivo.

3- Innovación en el producto o modelo de negocio.

4- Identificación de nuevas oportunidades.

5- Aumento de la eficiencia y de la eficacia en el tratamiento de la información externa.

6- Ahorro de dinero.

7- Protección o reducción del riesgo.

8- Inspiración de mejoras en productos y procesos.

9- Toma de decisiones.

10- Generación y adquisición de conocimientos.