Naming: el arte de crear un buen nombre para tu marca

¿Cuáles son las características que ha de tener un buen nombre de marca?

En este sentido, cuando nos sumerjamos en el proceso del naming, tenemos que tener muy en cuenta lo siguiente:

• Que sea identificable:
  Uno de nuestros principales intereses, es que el nombre de nuestra marca sea rápida y fácilmente reconocible por todos (tanto nuestro público, como posibles clientes e incluso la competencia). Así, lo que buscamos es que cuando vean, escuchen o pronuncien el nombre de nuestra marca, se les evoque de manera inmediata una idea en su cabeza; que se produzca una asociación directa entre el nombre y el producto, servicio, actividad y los valores que encierra nuestra marca.

• Fácil de pronunciar:
  Como complemento de lo anterior (y también para facilitar que se cumpla), lo ideal es que el nombre de nuestra marca pueda pronunciarse sin ningún tipo de complicación. En este sentido, lo ideal es que sea preferiblemente corto y sencillo (o al menos no excesivamente largo). Además, a la hora de pensar en la pronunciación, lo recomendable es que no sólo tengamos en cuenta nuestra lengua, si no que pensemos en más idiomas (sobre todo aquellos que más nos interesen), ya que nuestra marca podría cruzar fronteras internacionales.

• Sencillo de recordar y memorizar:
  Cuando elegimos un nombre de marca, es muy importante que éste sea lo más sencillo de recordar posible. Si no, a la hora de posicionarnos y de quedar en el imaginario de nuestro público, lo tendremos doblemente difícil. Y probablemente, si no lo hacemos bien, tendremos que gastar muchos recursos y esfuerzos para intentar que la gente “memorice” nuestra marca, cosa que no siempre se consigue con éxito.

• Fácil de reproducir y escribir:
  También nos interesa que no sólo sea fácil de recordar y de pronunciar, si no que a la hora de representarlo por escrito, tampoco se tenga ningún problema. Hay marcas que, aunque todos las recordamos, las conocemos bien, y las mencionamos de viva voz, nos cuesta bastante recordar cómo se escriben. Un ejemplo curioso de esto, sería la marca de bebidas Schweppes.