Actualmente ya es innegable la enorme difusión y éxito que ha traído consigo el fenómeno del eCommerce; cada vez más son los consumidores que deciden realizar compras de todo tipo vía Internet.
Asimismo, en estos últimos años el poder de las redes sociales también se ha incrementado muy notablemente, siendo un medio perfecto en el que las empresas y marcas pueden conversar con su público. Por este motivo, ¿no sería lógico unir ambas fuerzas?
Así nace el Social Commerce, un reciente método para la venta online en el que el eCommerce se ve favorecido por las ventajas que le ofrecen las redes sociales (como valoraciones, recomendaciones y toda clase de feedback a través de las mismas). El objetivo es claramente favorecer la experiencia de compra del usuario, haciéndola más efectiva y consiguiendo que llegue a más personas.
En este sentido, vemos que las redes sociales no sólo han cambiado nuestra forma de relacionarnos, si no que ya están influyendo también en nuestras formas de consumo y compra de productos. Y es que las opiniones o recomendaciones de aquellos en quienes confiamos (amigos, familiares o expertos), acaban teniendo un peso fundamental en las decisiones de compra de los consumidores.
Por tanto, vemos que el Social Commerce abarca todas aquellas acciones que pretenden mejorar la experiencia del eCommerce, potenciando las ventas a través de la búsqueda de la interacción con nuestro público (sean ya clientes o sólo clientes potenciales). Algunos ejemplos de dichas acciones serían:
Así, no es de extrañar que el Social Commerce sea apreciado por las marcas y empresas como un filón lleno de posibilidades para fomentar su comercio electrónico. Las empresas españolas no se quieren quedar atrás, y según un estudio llamado “Barómetro del Social Commerce en España” (realizado por Social-Buy.com), vemos que la tendencia a servirse de las técnicas del Social Commerce es cada vez mayor: