El escaparate de una tienda es el principal vehículo de comunicación entre el punto de venta y su clientela clave, reflejando asu vez el estilo de marca, lo que es y lo que vende. Estando bien diseñado desde el punto de vista técnico y estético, vende sin descanso. Es la herramienta principal de marketing con la que cuentan las tiendas.
Se estima que un escaparate no debe sobrepasar los 15-20 días sin variar su contenido, ya que perdería capacidad de atracción en la clientela.
Si dividimos el escaparate verticalmente, distinguimos tres zonas, la zona alta, media y baja. La zona alta concentra el 7 % de la visión del transeúnte, la zona media el 23 % y la zona baja el 70 %.
Dividiendo el escaparate horizontalmente, encontramos tres zonas; derecha, izquiera y centro. La zona izquierda acapara el 28 % de la visualización del escaparate, la zona de la derecha el 25 %, y la zona central el 47 %.
Dos aspectos clave en la elaboración de un escaparate:
El blanco significa pureza, limpieza, positivismo, bondad, …, y su aplicación es usarlo sólo como fondo y combinado con colores llamativos. El blanco combinado con el negro denota cambio
El negro significa sofisticación, misterio, silencio, nobleza, …, y su aplicación es que el negro trasmite lujo.
Se trata de utilizar el arte de la persuasión mediante la utilización de estrategias visualmente atractivas para aumentar las ventas.
Todo se reduce a ofrecer al cliente una experiencia de compra excepcional que le aliente a entrar en el establecimiento, comprar y repetir.
La creatividad que genera este método de atracción ayuda a impresionar y consecuentemente a visitar la tienda sin haberlo planificado. Estas estrategias se utilizan tanto en grandes establecimientos, es decir, centros comerciales, como en tiendas pequeñas.
Actualmente, las técnicas de composición del escaparate están adquiriendo gran importancia. Esto es debido sobre todo por la competencia de las tiendas online.
Requisitos para el escaparatismo: