La Economía Colaborativa, que también se conoce como “sharing economy” es un nuevo modelo de consumo relacionado con el desarrollo de Internet y de las tecnologías de la información y comunicación.
Se basa en el intercambio, la puesta en común y la colaboración entre individuos de bienes, servicios, recursos, conocimientos… con o sin intercambio monetario, a través de plataformas dedicadas a ello.
El término economía colaborativa son hace referencia a “modelos de negocio en los que se facilitan actividades mediante plataformas colaborativas que crean un mercado abierto para el uso temporal de mercancías o servicios ofrecidos a menudo por particulares. Implica a tres categorías de agentes: prestadores de servicios, usuarios e intermediarios, que a través de una plataforma en línea conectan a los anteriores agentes y facilitan las transacciones entre ellos”.
Es tal la importancia de estos modelos de negocio, que se prevé que en 2025 el mercado global potencial de estos modelos de negocio alcancen los 570.000 millones de dólares.
El uso de la tecnología y la proliferación de las redes sociales son sin duda las claves que han propiciado la expansión y el crecimiento exponencial, siendo éste más evidente en los sectores del turismo y del transporte con plataformas como BlaBlaCar, Uber, HomeAway o Rentalia, y poco a poco sectores más tradicionales de la sociedad se están uniendo a esta corriente imparable, como sucede con TalentHackers en el mundo de los recursos humanos.
Sin ser propietario de un solo vehículo, Uber ha conseguido convertirse en la mayor empresa de taxis del mundo en 10 años. Esta plataforma de servicios de transporte pone en contacto directamente a dos personas (el autónomo y el consumidor) a través de una plataforma digital.
BlaBlaCar o Airbnb
Blablacar llegó a España hace menos de 10 años como modelo de economçía colaborativa, y cada vez más personas han decidido cambiar el autobús por el sistema de coches compartidos. Los usuarios ahorran tiempo, dinero, viajan cómodos y tienen la posibilidad de conocer a otras personas.
Y una vez en el punto de destino, las nuevas tecnologías nos permiten continuar utilizando diferentes servicios de turismo colaborativo, como plataformas de alquiler de viviendas particulares, como Airbnb, o buscar un bed&breakfast, una de las formas de este tipo de turismo más antiguas que existen.
Esta última es una de las startup más valiosas del mundo.
Además de la falta de una legislación que les proteja, estas empresas encuentran otro de sus principales problemas en sus ingresos. Nacidas en los años de crisis, el saber de qué servicio pueden ingresar dinero de sus usuarios es una tarea compleja. Muchas cometen el error de comenzar a ofrecer un servicio gratuito por el que más tarde terminan cobrando.
TalentHackers es un ejemplo de cómo puedes ganar dinero a través de las recomendaciones profesionales contactando con tus amigos, compañeros y conocidos. Se trata de una plataforma en la que encuentras ofertas de empleo de puestos de trabajos concretos que puedes recomendar a tu red de contactos. En el caso de que encuentres a la persona con el perfil requerido, además de ayudar a tu amigo a encontrar trabajo, recibirás un compensación económica.
Amovens: alquilar y compartir viajes
Cuando en 2009 BlaBlaCar no había aterrizado todavía en España, Amovens aprovechó para comenzar su actividad. Su crecimiento, basado en el boca-oreja, ha ido creciendo año tras año. La gran diferenciación con su principal competidor en esta pata de negocio es su ausencia de comisiones, una razón por la que desde 2014 (año en el que BlaBlaCar decidió incluir este coste en su servicio) atrae cada vez a un mayor número de usuarios.
La financiación participativa, o crowdfunding en inglés, se caracteriza por un intercambio de fondos entre particulares fuera de los circuitos financieros institucionales, a través de una plataforma digital. La financiación puede adoptar la forma de una subvención, un préstamo o una inversión de capital. Permite poner en contacto a particulares que desean hacer negocios con fondos privados, a través de plataformas como Verkami o Ulule.