¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas campañas publicitarias te llegan al corazón y te hacen recordarlas durante mucho tiempo? ¡La respuesta está en el Marketing Emocional!
El Marketing Emocional se trata de más que simples productos o servicios, es un viaje que transforma la experiencia del consumidor en una montaña rusa de emociones. Las marcas que entienden este concepto son capaces de tocar fibras sensibles, evocar recuerdos y establecer conexiones profundas con sus clientes.
A través del uso de historias conmovedoras, imágenes cautivadoras y mensajes que despiertan sentimientos, estas marcas logran crear una narrativa que llega directo al corazón del público objetivo. Es como si hablaran el mismo idioma emocional que sus clientes, conectándose en un nivel mucho más profundo que la simple transacción comercial.
Imagina encontrarte frente a un anuncio publicitario que te muestra cómo una marca está ayudando a mejorar la vida de personas necesitadas, o cómo una empresa se preocupa por el medio ambiente y busca un mundo más sostenible. Estas historias te llegan a lo más profundo de tu ser, generando simpatía y, en muchos casos, un deseo irresistible de apoyar esa causa.
El secreto del Marketing Emocional radica en comprender que las decisiones de compra están altamente influenciadas por emociones. ¿Has experimentado alguna vez esa sensación de euforia al adquirir un producto que realmente deseabas? Eso es el poder del Marketing Emocional en acción. Las marcas inteligentes saben cómo vincular sus productos o servicios con valores, sueños y aspiraciones de sus clientes, creando una conexión emocional que trasciende el simple acto de comprar.
Además de crear una conexión fuerte con los clientes actuales, el Marketing Emocional también atrae nuevos seguidores. A través del boca a boca y la viralidad, las personas comparten esas campañas que los han hecho sentir identificados o conmovidos, convirtiéndose así en embajadores involuntarios de la marca.
La campaña publicitaria «Think Different» de Apple fue ganadora de múltiples premios en el año 1998, incluyendo un Emmy como mejor comercial. El marketing enseñaba imágenes en blanco y negro de personajes que habían logrado cambios importantes en la historia. En este sentido, Apple apelaba a la rebeldía para cambiar la manera de hacer las cosas.
El marketing emocional del gigante tecnológico le permitió crear valor a su marca y se ganó la fidelización de clientes que habían dejado de serlo después de unos años donde la marca no tuvo tanta aceptación.
Todos sabemos que Coca Cola es un gigante cuando se habla de marketing. De hecho, es la responsable de que asociemos el color rojo con la navidad.
El ejemplo que citaremos corresponde a la publicidad navideña del año 2020, donde un padre hace un esfuerzo titánico por llevarle a Papá Noel la carta de su hija. Después de una serie de tropiezos, retorna a su hogar para descubrir que la niña solo deseaba estar con él.
La campaña de marketing emocional logra evocar amor, unión familiar y nostalgia.
Wallmart
Una de las emociones que más cautiva a los consumidores es la nostalgia, pues los trastada a esos recuerdos del pasado tan anhelados. Y justamente esto es lo que logró Wallmart en uno de sus anuncios. Usó las remembranzas de la niñez para transportar a la audiencia a a los buenos momentos.
El vídeo muestra los carros de películas y caricaturas populares, así como algunos célebres personajes. Sin duda, es una genial manera de devolver a los clientes a su infancia e, incluso, sacarles una sonrisa. Además, este sentimiento los impulsa a seguir comprando.
https://www.youtube.com/watch?v=UGZ96ULAHUw