La psicología del color es un campo de estudio que está dirigido a analizar cómo percibimos y nos comportamos ante distintos colores, así como las emociones que provocan en nosotros dichos colores…
Muchas veces los compradores eligen qué comprar basándose en el color. De hecho, según Color Marketing Group, una firma especializada en el uso de los colores, éstos equivalen a cerca del 85% de la razón por la que una persona elige un producto sobre otro. Además, el color tiene una gran importancia en el branding.
La importancia de los colores es especialmente significativo en los negocios de comida rápida: colores como el rojo y el amarillo son muy usados en estos negocios. ¿Por qué? Los colores inciden en nuestra apreciación del sabor, y así, influyen en nuestro apetito.
Este color atrae rápidamente la atención, evoca emociones fuertes e incrementa el apetito; también se asocia con la pasión, la intensidad y el amor. La visión del rojo, según algunos estudios, provoca la secreción de adrenalina, una sustancia química que acelera la respiración, el pulso y la presión sanguínea. Es un color emocionalmente muy intenso y estimula diversos apetitos. Es provocativo y seductor.
Es un color muy adecuado para dirigir la atención hacia detalles que queramos destacar, aunque siempre conviene utilizarlo con precaución (el texto a tamaño pequeño con este color produce fatiga visual).
El carácter dinámico del rojo, es utilizado por restaurantes y cadenas de comida rápida para colorear sus estancias. El uso de este color hace que aumente la sensación de hambre y la estimulación. Además, facilita la rotabilidad de las personas (todo lo contrario de lo que pasaría si utilizáramos un azul), lo cual hace que la gente permanezca menos tiempo en los restaurantes y aumente la rotación de las mesas.
Por lo general, el color naranja estimula todos los sentidos, lo que, por supuesto, tiene mucho que ver con la experiencia de un restaurante.
Puede fomentar las ventas en todo tipo de áreas de comedor, incluyendo cafés, bistros y comedores, mientras estimula el apetito y la conversación. Si están rodeados por el color, los clientes comerán, hablarán y pasarán períodos de tiempo más prolongados, lo que resultará en gastar más dinero, ya que el naranja se asocia con un buen valor.
Este color induce a comer rápido. Se puede observar en muchas cadenas de comida rápida donde lo combinan con el color rojo. Si gracias al color amarillo los clientes comen más rápido, pueden querer comer más y además abrir paso a otros clientes dentro del local.
Este color se incorpora como el llamado comer sano. Este color se asocia con ser saludable, fresco y en general, buen gusto.
Se sabe que el color azul suprime el apetito y reduce el hambre, por tanto, el color azul es un color poco apetecible en restauración, por lo menos de comida rápida. La razón es que este color es extremadamente pequeño en productos naturales, el color de algunas verduras y bayas, como la berenjena o arándanos, aunque no es un azul puro, sino un púrpura…
Por eso, este color no se ve en marcas de comida rapida.