El SXO (Search Experience Optimization) es una progresión del SEO (Search Engine Optimization) que se concentra no solo en el ranking de páginas web, sino también en la experiencia del usuario que accede a un sitio después de hacer una búsqueda.
Aunque el SEO tradicional se enfoca en mejorar el contenido y la estructura de un sitio web para su mejor indexación y clasificación en motores de búsqueda, el SXO va más allá al garantizar una experiencia rápida, sencilla y agradable para los usuarios, aumentando la satisfacción y, en ocasiones, la conversión.
La principal distinción entre SEO y SXO está en cómo se centran. El SEO pone en primer lugar aspectos técnicos como las palabras clave, las etiquetas meta, la velocidad de carga, la creación de enlaces (link building) y la optimización móvil con el fin de aumentar la visibilidad de un sitio en los resultados de búsqueda. Además, el SXO extiende esa cobertura al incorporar elementos vinculados a la accesibilidad, la estética, la participación y el contenido persuasivo. Se puede concluir que el SXO se enfoca en atraer tráfico y convertir visitantes en clientes o usuarios recurrentes mediante una experiencia positiva.
Una parte fundamental del SXO es el tiempo que los usuarios permanecen en la página y la tasa de retención. Aunque el SEO puede atraer clics al principio de un resultado de búsqueda, el SXO se encarga de retener a esos usuarios en el sitio sin que lo abandonen de inmediato. Esto abarca la creación de interfaces fáciles de usar, asegurar tiempos de carga muy rápidos, añadir información pertinente que satisfaga las intenciones de búsqueda y suprimir barreras que puedan causar molestias en la navegación, como formularios complicados o mucha publicidad invasiva.
Como ilustración, una táctica de SEO podría concentrarse en posicionar una tienda en línea de ropa en los primeros lugares para búsquedas como “adquirir camisetas sustentables”. Por otro lado, el SXO garantizaría que los usuarios que hagan clic encuentren una página atractiva con descripciones claras de los productos, imágenes de alta calidad, opciones de personalización y un proceso de compra rápido y seguro. Este enfoque aumenta la probabilidad de conversión y fidelización.
Amazon es un buen ejemplo de una empresa que utiliza eficazmente el SXO. Amazon se enfoca en mejorar tanto su SEO para destacar en las búsquedas como la experiencia del usuario en su plataforma para promover las compras y mejorar la satisfacción del cliente. Cuando el usuario entra al sitio, Amazon se encarga de que su experiencia sea sin contratiempos: desde la navegación amigable hasta las sugerencias personalizadas y un método de pago simplificado. Cada elemento de la plataforma se ha pensado para mantener la atención del usuario, asegurar una búsqueda eficiente y facilitar la conversión.
Otra muestra positiva es Airbnb. Esta empresa se esfuerza por destacar en búsquedas de términos como “alojamiento vacacional” o “alquileres en [ciudad]”, además de garantizar una experiencia excepcional en su plataforma. La compañía brinda a los clientes un procedimiento de búsqueda visualmente agradable y fácil, con filtros específicos que facilitan la elección del hospedaje perfecto. Además, comentarios y imágenes de buena calidad ayudan a crear una sensación de fiabilidad y claridad, aspectos importantes en la toma de decisiones del usuario. Este método, que integra SEO para atraer visitantes y SXO para asegurar una experiencia positiva, ha sido clave para el triunfo y fidelización de usuarios en el sitio.