El llamado Product Placement es una técnica publicitaria ya conocida y practicada desde hace muchos años. Todos recordamos numerosos ejemplos de series de televisión o películas donde por ejemplo, la familia protagonista desayuna una marca concreta de leche o cereales, que siempre se muestra claramente a cámara. Esta práctica fue ampliamente utilizada, así como criticada por muchos durante largo tiempo. A veces más intrusiva, a veces menos.
Sin embargo, y como ha sucedido en muchos otros ámbitos tras el desarrollo de las tecnologías y el audiovisual, el Product Placement no ha dejado de ser utilizado; si no que por el contrario ha nacido una versión más evolucionada del mismo, que se suele denominar como “Product Placement Virtual”.
El Product Placement Virtual ya se implantó en EE.UU. hace algunos años, y actualmente continúa expandiéndose y tomando fuerza en otros países, como por ejemplo en España. Así, El Product Placement Virtual consiste en introducir dentro de una serie o película ya grabadas, un elemento publicitario de manera artificial. Es decir, algo que no estaba ahí, pero que es colocado a posteriori para hacer llegar un mensaje publicitario al espectador.
Ventajas e inconvenientes del Product Placement Virtual
En cuanto a sus ventajas, podemos destacar en primer lugar el hecho de que es una oportunidad perfecta para los anunciantes, con la que insertar su mensaje sin necesidad de interrumpir la trama ni hacer molestas pausas publicitarias. Además, en este caso el espectador va a ver su publicidad casi de manera “obligada”, ya que si no quiere perderse esa parte de la historia, no puede saltarla ni “pasarla”.
Asimismo, también puede ser un filón para que los anunciantes de un determinado país, puedan introducir su mensaje publicitario o producto local en una serie o film de un país extranjero. Por ejemplo, en España tenemos el caso de la marca de automóviles Seat, que de la mano de Mediaset, introdujo publicidad sobre sus coches en diversas series americanas que se emitían aquí: como “House”, “Mujeres Desesperadas”, “CSI” o “Mentes Criminales”.
Y no es el único ejemplo, hay muchos otros casos como el de la marca de Cerveza Estrella Galicia y Atres Advertising, en la serie “Érase una vez”:
Sin embargo, no todo son ventajas, también existen ciertos riegos o inconvenientes. Precisamente, el hecho de que un servicio o producto local aparezca integrado en una película o serie extranjera, puede provocar una cierta incoherencia que choque al espectador, y esto le lleve a un rechazo hacia dicho mensaje publicitario.
También puede producirse ese rechazo por otros factores además de la procedencia geográfica. Éste puede venir como consecuencia de la diferencia temporal entre el elemento publicitario y la época en la que se desarrolla la trama o en la que se realizó la grabación. Por ejemplo, si estamos ante una serie cuya historia tiene lugar en el año 2008, no tiene sentido ver el cartel de un estreno de cine reciente o de un producto que acaba de ser lanzado al mercado.
Por último, y como ya sucedió con el Product Placement en su origen, también tenemos que plantearnos las cuestiones éticas que éste conlleva. Para muchos se trata de una estrategia publicitaria totalmente válida, sin embargo para otros (incluyendo una parte del público), se trata de una acción poco ética, debido a que fuerza al espectador a visionarla (colocando cosas donde no las había y que tampoco son necesarias ni buscadas por la trama). Y vosotros, ¿qué opináis de este “renovado” Product Placement?