Si hacemos un repaso de personas tremendamente ricas, podríamos hacer una lista, que a modo de facilidad lectora, podríamos resumir en:
Henry Ford: a principio del siglo XX fue pionero en el desarrollo de la producción en cadena, lo que le permitió fabricar en grandes cantidades. Thyssen: en los años 40 creó los ascensores en Europa. Steve Jobs con Apple: en los años 70 inventaron los PCs. Bill Gates: a mediados de los años 70 desarrolló un software totalmente novedoso, no existía nada parecido. Amancio Ortega, dueño de Zara, que inventó un concepto que hasta entonces no existía: vender moda barata.
¿Sabías que entre un 60 y el 80% de la mercancía vendida es como resultado de su presentación en la tienda por encima de cualquier otra técnica de publicidad?
El escaparate es el principal vehículo de comunicación entre el comercio y su cliente clave. Vende las 24 horas del día, aunque su mensaje debe ser captado por los transeúntes por un espacio muy breve de tiempo, por lo que debe ser impactante para así captar su atención.
El escaparate no es únicamente un lugar donde se presentan o se exhiben los productos de la tienda, sino una herramienta al servicio de la estrategia comercial del punto de venta.
No olvidemos que la finalidad del escaparate es vender.