Dentro del universo del Martketing Online, la tendencia actual predominante es la del Marketing de Contenidos. Crear y compartir contenidos interesantes y productivos para nuestros clientes o clientes potenciales (seguidores, fans...) se ha convertido en una de las metas principales; y con razón, pues es una de las maneras más efectivas de generar engagement y crear una comunidad sólida. Quedaron atrás los tiempos en los que machacar a los clientes con constantes ofertas, productos, precios... se trata de ir más allá, otorgándoles algo que les interese y les sea útil, o les entretenga (mejor si es todo a la vez), para que se vinculen a nuestra marca.
Acabamos de conocer la noticia de que el gigante Google ha decidido poner punto y final a la vida de Google Reader, su extendidísimo lector de RSS. La fecha elegida para su cierre es el 1 de julio de este año 2013.
El Email Marketing es sin duda una herramienta que ya posee cierta vida dentro del sector, con una función relevante dentro de cualquier estrategia. Tanto es así, que aún nos ofrece grandes ventajas si la usamos correctamente, aprovechando sus posibilidades y teniendo bien definido el objetivo para el que la vamos a utilizar.
Hay que tener claro que el Email Marketing se engloba dentro del marketing directo, y consiste en el uso del correo electrónico destinado principalmente a crear campañas promocionales y/o aumentar la fidelización de nuestros clientes, fomentando la credibilidad en nuestra marca. En este sentido, se trata de una forma de comunicación con la que mantenemos activa nuestra relación con cada cliente, a la vez que le aportamos un valor añadido.
Es innegable el hecho de que, actualmente, nos hayamos inmersos en una serie de cambios en este sector que parecen exigir una renovación o evolución de la figura de este profesional: el Director de Marketing.
En nuestra opinión, con la evolución de la sociedad, la segmentación y fragmentación de los medios de comunicación, el poder de Internet y el desarrollo de las Redes Sociales, nos encontramos en un paradigma donde el propio Marketing ha sufrido numerosas transformaciones, y donde además el consumidor (o mejor dicho, las personas) han adquirido un papel central.