Uno de los objetivos primordiales para cualquier marca dentro de su estrategia, es la de diferenciarse entre sus competidores y ser influyente y relevante ante la audiencia.
Para ello, no sólo se ha de conseguir alcanzar ese punto de influencia donde todos nos escuchen y valoren lo que tengamos que decir; también hay que crearse una buena reputación online y mantenerla, pues será el pilar básico que sustentará esa imagen influyente a lo largo del tiempo.
Así, tenemos que trabajar sobre la imagen y los valores que queremos transmitir como marca, y cuidar sobre todo que la visión que se percibe de nosotros se corresponda con aquello que hemos querido comunicar y mostrar de nosotros mismos. ¿Cómo lo hacemos?
Seguro que en alguna ocasión ya os habéis planteado esta duda, sobre todo si estáis llevando una marca o creando la vuestra personal: ¿Debo crear una web? ¿O es más recomendable un blog?
Como es natural, todo depende de los objetivos que hayáis establecido y cómo los planeéis alcanzar. No es lo mismo que simplemente os interese tener presencia en Internet mostrando vuestro producto o servicios, a que deseéis crear contenido constantemente actualizado que os proporcione una mayor interacción con vuestra audiencia.