Uno de los objetivos primordiales para cualquier marca dentro de su estrategia, es la de diferenciarse entre sus competidores y ser influyente y relevante ante la audiencia.
Para ello, no sólo se ha de conseguir alcanzar ese punto de influencia donde todos nos escuchen y valoren lo que tengamos que decir; también hay que crearse una buena reputación online y mantenerla, pues será el pilar básico que sustentará esa imagen influyente a lo largo del tiempo.
Así, tenemos que trabajar sobre la imagen y los valores que queremos transmitir como marca, y cuidar sobre todo que la visión que se percibe de nosotros se corresponda con aquello que hemos querido comunicar y mostrar de nosotros mismos. ¿Cómo lo hacemos?
En un artículo previo, hablamos del Marketing sensorial. En este caso vamos a centrarnos en los colores, y cómo interactúan con nosotros.
Los colores provocan diferentes reacciones, sensaciones y evocaciones que ejercen una influencia considerable sobre el ánimo y los sentidos del consumidor. El color es una herramienta que debemos usar con conocimiento!.
Según el “Institute for Color Research”, los consumidores se forman una opinión de los productos en menos de 90 segundos desde su primera interacción con ellos, y entre el 62% y el 90% de esa evaluación está basada solamente en el color del producto.
Pensar que una persona pueda comprar o no tu producto por los colores es algo impactante, no?. Pues es real.