Uno de los objetivos primordiales para cualquier marca dentro de su estrategia, es la de diferenciarse entre sus competidores y ser influyente y relevante ante la audiencia.
Para ello, no sólo se ha de conseguir alcanzar ese punto de influencia donde todos nos escuchen y valoren lo que tengamos que decir; también hay que crearse una buena reputación online y mantenerla, pues será el pilar básico que sustentará esa imagen influyente a lo largo del tiempo.
Así, tenemos que trabajar sobre la imagen y los valores que queremos transmitir como marca, y cuidar sobre todo que la visión que se percibe de nosotros se corresponda con aquello que hemos querido comunicar y mostrar de nosotros mismos. ¿Cómo lo hacemos?
Esta mañana leía en el periódico como un taxista de Madrid utilizaba su blackberry para contactar con sus clientes a través detwitter con lo que conseguía negociar precios para llevar a alguien a otra provincia, fijaba la hora y el punto de recogida e informaba sobre restaurantes o lugares de ocio en Madrid, todo a través de twitter.
Un poco más lejos, al otro lado del charco, en San Francisco, una pequeña Heladería @humphryslocombe con apenas 8 mesas en su interior ya tiene cerca de 300.000 seguidores en Twitter. ¿Cómo?
“Tenemos un producto que cambia diariamente. Nuestros clientes nos solían preguntar, ¿Cómo podemos estar al día de los nuevos sabores de vuestros helados? Twitter fue la respuesta.”