Uno de los objetivos primordiales para cualquier marca dentro de su estrategia, es la de diferenciarse entre sus competidores y ser influyente y relevante ante la audiencia.
Para ello, no sólo se ha de conseguir alcanzar ese punto de influencia donde todos nos escuchen y valoren lo que tengamos que decir; también hay que crearse una buena reputación online y mantenerla, pues será el pilar básico que sustentará esa imagen influyente a lo largo del tiempo.
Así, tenemos que trabajar sobre la imagen y los valores que queremos transmitir como marca, y cuidar sobre todo que la visión que se percibe de nosotros se corresponda con aquello que hemos querido comunicar y mostrar de nosotros mismos. ¿Cómo lo hacemos?
Una de las cosas más agradables de estrenar coche es el olor de su tapicería. Para seducir a través del olfato a sus potenciales compradores, BMW diseñó una campaña de Marketing Directo en Canadá cuya creatividad olía a coche nuevo. Consistía en la elaboración de tarjetas de publicidad perfumadas con olor a coche nuevo que eran enviadas a los compradores.
Según una investigación de la Universidad de Rockefeller (NY, USA), recordamos el 35% de lo que olemos, frente al 5% de lo que se ve, el 2% de lo que se oye, y el 1% de lo que se toca. El olfato es el sentido que mayor poder de evocación y el que más estimula nuestros recuerdos. Es decir, que los olores pueden inducirnos a comprar.